Andrea Henríquez, la joven de 20 años detrás de la lucha contra el acoso escolar en Chile
La meta de la estudiante de Ciencias Políticas es lograr instaurar el 21 de marzo como el día nacional contra el bullying y que la metodología que utilizan desde su fundación, Volando en V, se transforme algún día en una política pública.
«Los pájaros cuando vuelvan en V tienen toda una ciencia de compañerismo detrás, en el fondo cuando un pájaro vuela adelante de otro le hace más liviano el vuelo al de atrás. Esto se replica en los cursos bajo la lógica de que todos nos preocupamos del resto y así se combate el maltrato y se incentiva el compañerismo». Esta es el motivo de por qué la Fundación Volando en V lleva ese nombre, explica Andrea Henríquez, fundadora de esta organización y cara visible de la lucha contra el acoso escolar. Para la estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Católica la metodología para combatir el bullying en los colegios comienza por los mismos testigos, específicamente con los mayores del establecimiento, es decir, los de segundo a cuarto medio.
«Podemos enseñarles a usar sus propias experiencias para formar conciencia hacia abajo. En eso trabajamos, en el liderazgo de los mayores que son testigos y que pueden generar una diferencia. Nuestra experiencia ha mostrado que el patrón se repite, el testigo es el que puede cambiar esto», contaba hoy la joven de 20 años a los alumnos del Liceo República de Brasil, en donde participaron autoridades de la comuna de Santiago y del Ministerio de Educación con motivo de la campaña «Elijo ser testigo», la cual se llevó a cabo junto a la empresa Ripley. Esta nueva forma de abordar el problema del acoso escolar, centrando el foco en los espectadores por sobre la víctima y victimario, nació a partir de su misma historia. Henríquez cuenta a Emol que cuando ella tenía 11 años sufrió maltrato escolar por parte de sus compañeras de colegio en Ecuador, país donde se trasladó por el trabajo de su padre. «Me pasó algo súper puntual que me hizo girar la tortilla. Cuando fui víctima de bullying las alumnas mayores intervinieron e hicieron que se solucione. Luego tres años después, cuando yo tenía 14 años, me encontré con una niñita menor que yo que lo estaba pasando mal entonces ahí descubrí que se habían revertido los roles y ahora yo era la alumna mayor que podía ayudar hacia abajo», afirma. Fue en ese momento cuando descubrió el modelo que busca erradicar esta problemática social que afecta a seis de cada 10 estudiantes, según cifras oficiales, y que ya han replicado desde Volando en V en 14 colegios de la capital y lo harán en 8 colegios más este 2018.